SUEÑO
Soñé que vivíamos juntas, le vi a (I.) , le vi a (A.) y vivíamos en una casa muy bonita que tenía como una especie de jardín.
Estábamos allí cuando dos niños pequeñitos que estaban abandonados en la calle, entraron y comenzaron a jugar y a hacer travesuras.
Cuando los vi estaban sucios y me dije “a estos chicos hay que bañarlos”. Si quieren quedarse en la casa no pasa nada.
Hicieron algunas travesuras; la niña se hizo pis y no alcanzó al baño. Se habían metido debajo de las camas y no se habían bañado.
La niña era rubia de cara redondita, el niño más finito. Eran bien pequeñines como si tuvieran dos años.
PALABRAS O EXPRESIONES CLAVE:
Vivíamos juntas: Sub personalidad “Qué pensarán los demás de mí”. Necesidad de aceptación. Arquetipo la estrella. Constelación. Cuál es mi lugar.
Casa: Sub personalidad protector- controlador. Protege la vulnerabilidad.
Jardín: Sub personalidad emocional. Sensibilidad.
Niños: Sub personalidad niño herido – niño juguetón. Centro sobre el que se construyen otras personalidades.
Número 2: Dos niños. Sub personalidad espiritual – terrenal. La que conecta con los valores más altos como la fraternidad o con los más prácticos como la aceptación por puro ego.
Suciedad: Sub personalidad “el que huye”. Oscuridad. Lo Oculto.
Bañar: Sub personalidad “qué pensarán los demás de mí”. Necesidad de aceptación.
La niña se hizo pis y no alcanzó el baño. Sub personalidad jungle. Marcaje de territorio. Instinto de supervivencia.
Cama: Sub personalidad jungle – víctima. Lugar habitual de vida (concepción), enfermedad (tránsito) y muerte (transformación). Personalidad que mantiene a salvo y la que teme ser abandonada.
Dos años: Sub personalidad egoísta. Necesidad de satisfacer necesidades.
INTERPRETACIÓN:
El sueño muestra la necesidad de encontrar un sitio dentro del entorno social en el que se mueve la soñadora. Este ambiente “controlador” que a la vez protege su vulnerabilidad, contiene un aspecto sensible (el jardín) por el que su parte de niña herida y juguetona se siente atraída; tanto la que conecta con los aspectos más sublimes como con las necesidades más terrenales (polaridades masculina y femenina, niño-niña).
Esta niña herida, “acogida”, oculta, teme ser expulsada del grupo (la “casa familiar”) y siente a la vez la necesidad de mostrarse limpia, con pureza, para ser aceptada y así encontrar definitivamente su sitio. El instinto de supervivencia, la sub personalidad jungle, donde las normas sociales no cuentan, por ahora se impone marcando y tomando posesión de su territorio usando “la fuerza” (marcaje orina).
Amaia Arteaga San Román
Lectura del Lenguaje Simbólico