Instituto Atman

EL ÁRBOL GENEALÓGICO PROMETEO

En biodescodificación cuando analizamos el árbol genealógico entramos directamente en el mundo del inconsciente y su lenguaje simbólico: números, fechas, nombres, significados…

El árbol genealógico es el árbol de la vida, el de nuestros padres y ancestros, Adán y Eva.

Es el árbol del deseo y de la serpiente que, como acompañantes en biodescodificación, sabemos que contiene el registro de todos los deseos cumplidos y frustrados de cada miembro del clan. Es el árbol de los frutos, los hijos, las semillas y las herencias.

El árbol genealógico es el “árbol del bien” del que nace la vida y es el “árbol del mal” que obliga al “sacrificio” entendido como entrega y es que la vida está regida por un principio fundamental : “dar y recibir”.

En cada árbol familiar hay uno o más chivos expiatorios. Son los “colgados” que parecen acumular conflictos y desventuras mientras la “normalidad” campa en el resto del clan. Estos chivos expiatorios son los sacrificados, “elegidos” por la vida para que ésta pueda continuar.

Como en toda cosecha “los colgados” representan los frutos que han de ser devueltos a la tierra para volver a sembrar. Es algo cíclico ( son los dobles del árbol) , ni más ni menos la “inversión” que hace la vida para poder continuar.

Los colgados son los inmaduros aún inconscientes, dependientes del árbol, que “ven” la vida diferente. Están invertidos… van en sentido opuesto porque son semillas destinadas a caer al suelo, a “vivir sepultadas”, a brotar, madurar y renacer.

El semidiós Prometeo, símbolo de la semilla, fue colgado en el Cáucaso, castigado por Zeus por robar el fuego para los humanos. Prometeo, el “portador de la luz”, el visionario, abrió paso con “su luz” pues contaba con el don de la profecía.

El viaje en la oscuridad, el viaje de la semilla caída desde lo alto, es el viaje del héroe, la oportunidad de renacer mostrando un camino nuevo para todos.

Amaia Arteaga San Román

Experta en Lectura del Lenguaje Simbólico