BIONEUROEMOCIÓN Y LA PSORIASIS – EL PEZ
La psoriasis es una enfermedad crónica de carácter autoinmune que produce lesiones en la piel a modo de escamas engrosadas e inflamadas. Las células epidérmicas aparecen cargadas de un nivel de queratina muy alto y la mitosis se desarrolla a una velocidad superior a la normal.
El conflicto emocional que desencadena esta enfermedad tiene su origen en un doble conflicto de separación, uno activo y otro en fase de resolución donde uno de los dos conflictos tiene que ver con sentirse separado de sí mismo, de su identidad y de su relación con el padre. Christian Fléche señala además la presencia de un contacto obligado con la figura paterna.
Al recurrir al pensamiento y al lenguaje simbólico para interpretar el síntoma, topamos en la antigüedad con la psoriasis, como enfermedad “maldita”, falsamente diagnosticada como lepra, cuyos portadores eran estigmatizados, excluidos y aislados injustamente del contacto social.
En tiempos Bíblicos entendían que Dios hacía brotar esta enfermedad sobre toda persona que se desviaba de su voluntad como castigo de un pecado. Las “escamas” características de la psoriasis guardan relación con el símbolo del PADRE, debido a que Jesús era conocido como El Rey Pescador y su símbolo era el pez.
Por lo tanto un conflicto de separación con el Padre, puede ser somatizado de este modo debido al peso portado por programas inconscientes de tipo cultural y religioso. Respecto a los síntomas de la psoriasis, éstos disminuyen en contacto con el SOL, debido a que a nivel inconsciente y de forma arquetípica el SOL representa la figura del PADRE (cósmico).
Amaia Arteaga San Román
Experta en Lectura del Lenguaje Simbólico